Cuando nos planteamos poner en marcha nuestro negocio la primera de las decisiones fue limitar nuestras aspiraciones a collares y correas. Sólo tallas medianas y pequeñas, y sólo 4 o 5 fornituras.
Nuestro primer objetivo era especializarnos en algo muy reducido para hacerlo perfecto y ser muy, muy diferentes a lo que hacen el resto. Simplificar para conseguir la excelencia.
Nos documentamos sobre cómo se optimizan los proyectos empresariales y llegamos a la conclusión de que nuestra decisión era impecable.
¡Imposible! Para cualquiera que se ocurra una idea tan sensata como la nuestra que se olvide. No vas a ningún lado con cuatro cosas.
La primera constatación la tuvimos cuando fuimos al Pop up del que ya os hablé, ¿cómo íbamos a llenar un escaparate de 2,5 con sólo los collares y las correas?
¡Pues con imaginación!, perritos de trapo, mostradores para pulseras, y fotos de nuestros amigos los perros que ya utilizan nuestros collares y correas.
Todo un éxito, lo primero que nos quisieron comprar fue una foto, y tuvimos cientos de ofertas por los perritos, lo cual es lógico, estaban guapísimos vestidos con los collares.
Ahora estamos pensando en ir a ProPet, la feria de Ifema para profesionales de las mascotas, pero obviamente tenemos que ampliar nuestra oferta.
¿Más tallas?, ¿mas colores?, ¿más productos? Cuanto más ampliemos el número de proveedores mayor es nuestro riesgo porque dependeremos de cada vez más gente, tenemos que pagar por adelantado lo que no sabemos si venderemos.
Ahora estamos en ello. Mañana os cuento más de proveedores y de productos.