jueves, 30 de octubre de 2014

¡La cantidad de trabajo que es hacer un mínimo cambio!

Últimamente estoy hasta arriba de trabajo.

Por un lado hemos cambiado la web, pero de momento tengo sólo la web en español, y en paralelo trabajo en pasarla a inglés y luego a pedir ayuda para pasarla al alemán, italiano, etc...

Luego hemos cambiado las tarifas para incentivar las ventas de distribuidor, y ha funcionado bastante bien con algunos de ellos (ver último post) por lo que hay que fabricar y servir esos pedidos.

Además el 1 de noviembre queremos lanzar una nueva línea extra con vacuno (imitación piel de potro) sobre el nylon, algodón y yute.  Así como en breve poner en marcha la línea Animal Print.

Por otro lado nos hemos puesto las pilas para vender más por lo que hay que fabricar y servir esos pedidos.

¿Con qué me pongo?, Obviamente, lo primero son los pedidos, pero luego...

El cambio de tarifas supone: reajustar la hoja de tarifas de cliente, la hoja de tarifas de distribuidor. Pero estas también cambian con la inclusión de nuevas líneas. Esto implica cambiar los formularios de pedido, los de depósito de los distribuidores y la web. ¡Y todo esto por unos pequeños cambios!. ¡Ah, que además hemos de hacer fotos del producto nuevo!

Es en estos momentos en los que hecho de menos el soporte de una gran organización con departamentos que se encargan de su parte y no todo bajo el mismo paraguas de 2 personas a todo.

martes, 28 de octubre de 2014

Una red de distribución

Ahora estamos trabajando en establecer una red de distribución, me refiero a distribuidores. Gente que quiere encargarse de presentar producto en las tiendas, de ir con el catálogo a verlas y enseñarles el producto de forma que toquen y comprendan la diferencia que hay entre nuestro producto y otros del mercado.

Las fotos ayudan, pero la distancia entre una foto y tocar y ver con tus propios ojos es brutal y, en muchos casos, definitiva.

Simplificando enormemente hay dos tipos de productos: los de alto margen, que con poco volumen de ventas cubren gastos y dan beneficios y los de margen bajo que requieren mayor volumen de ventas.

En nuestro caso hablamos de un producto de margen mínimo. Esto requiere una cifra de ventas realmente grande para cubrir y beneficiar. Hasta la fecha crecemos en ventas aritméticamente, y necesitamos un crecimiento geométrico para poder ser  lo rentables que necesitamos, y esto sólo es posible con la ayuda de los distribuidores.

Primero trabajamos para conseguir un muy buen producto. Hemos perfeccionado la selección de materiales, el proceso de producción y actualmente tenemos un producto difícilmente mejorable en si mismo. En segundo lugar hemos hecho todo lo que se nos ha ocurrido para mejorar costes, y creo que hemos avanzado mucho. No se si hay margen para mayor mejora, seguro que si, pero de momento hemos mejorado el precio a tiendas y distribuidores (el 1 de noviembre nuevas tarifas!!!).

Ahora el reto es conseguir mayor capilaridad incrementando el numero de personas que nos ayuden a mover el producto entre los diferentes actores del sector perruno.

martes, 21 de octubre de 2014

Pues es obvio, ¡¡¡¡¡¡a costa del nuestro!!!!.
 
Es broma, no es sólo eso. Hemos hecho dos acciones que esperamos supongan un cambio cualitativo en la percepción que nuestros distribuidores tienen de su posible margen:

1 - Hemos eliminado toda la aportación que hacíamos al desarrollo económico del país
  • No hay nada de trabajo que saquemos fuera. Esto lo veníamos haciendo desde mayo, pero es ahora, en septiembre cuando hemos reflejado esto en nuestro súper ERP (Excel Resource Planning - una broma para gente de sistemas). Obviamente no tenemos una fundición, ni un telar ni plateamos en plan alambique casero, pero todo lo que podemos hacer, lo hacemos nosotras. Esto tiene la pequeña pega de que si hay un apretón de producción habremos de sacarla a riñón, sin ayuda externa.
  • Hemos eliminado temas menos rentables y que amenazaban el negocio de nuestros clientes, tales como la tienda on-line. Desde ahora no vendemos más que a tiendas y, tal vez a un particular si no tiene otra forma de acceder a nuestros collares. La diferencia entre tener una página web y tener una tienda on-line es, en dinero, de 7 a 1.
2 - Hemos reducido nuestro margen para hacer más apetecible el suyo.

Al final, el mejor producto del mundo, sin una buena red de distribución que esté estimulada correctamente no tiene capacidad de crecer, y esto es lo que queremos. Preferimos más ventas y mayor capilaridad en el mercado a cambio de menor margen para nosotras.

No se si habremos acertado, pero como creo que esto no es una ciencia exacta, esperemos unos meses y a ver qué pasa

miércoles, 15 de octubre de 2014

Por fin nueva Web

¡Hoy inauguramos nueva Web!  Qué locura, está lista pero todavía sólo en castellano.

Cuando decidimos que no queríamos vender a particulares ya que podía suponer conflicto con las tiendas dejó de tener sentido la tienda on-line, así que la hemos "liquidado".

Llevo un par de semanas volcada en darle nueva forma, buscando un aire más dinámico y atractivo. No se si lo habré conseguido pero a mi me lo parece tanto que estoy más que encantada. 

El objetivo de la web es que nuestros clientes puedan ver los productos y dónde se pueden comprar.

¡Espero feedback!


lunes, 13 de octubre de 2014

Tiempos difíciles

A menudo nos imaginamos la aventura del emprendimiento como un tiempo de trabajo duro, con dificultades y complicaciones pero con el espíritu del emprendedor arriba, luchando por crecer y mejorar.

La verdad es que todo eso es cierto, pero se nos suele olvidar la parte "espiritual". Aún siendo una persona muy positiva, es cierto que a veces -como todos - me canso. He pasado una temporada con pocas ganas de escribir, de hacer o de contar.

Y no han ido las cosas mal, que va, al revés, desde septiembre las cosas apuntan muy buenas maneras, pero, por el motivo que sea, me dio por verlo todo negro.

Mirado fríamente, las ventas crecen, así como los costes hemos conseguido rebajarlos en algunas partidas, entonces... por qué?

En cualquier trabajo es imposible que se den todas las variables positivas: te gusta tu trabajo, te gusta tu jefe, estás a gusto con tu horario y con tu sueldo. Siempre hay algo que falla. Creo que en el caso de tu propia empresa es el problema mayor es la conciliación. Pero no sólo la familiar, también la individual. La sensación de que inviertes el 100% de tu tiempo y no siempre la recompensa económica - no de la empresa, sino tuya en particular - es acorde con el esfuerzo.

El trabajo dependiente tiene como ventaja que a fin de mes siempre hay un sueldo que cobrar. Una empresa siempre tiene facturas que pagar. Siempre es necesario reinvertir.

Tal vez, con financiación ajena nos hubiéramos asignado una remuneración acorde con el esfuerzo, pero como en nuestras casas ya hay quien trabaja para terceros y trae el sueldo fijo, hemos sacrificado el nuestro por la salud financiera de los primeros años de rodaje. Esto probablemente ha sido la causa de mi desánimo.

Una vez lloradas  mis penas, sólo me queda ponerme las pilas y aplicarme el famoso dicho
"contra pereza diligencia" ¡A currar!