Han sido tres días cansados y excitantes. Hemos tenido visitas en el stand a cada rato. Estábamos las 3: Ana, Eva y yo y no éramos capaces de atender a tanta gente como se nos acercó a preguntar por el producto y para que le explicásemos las características del mismo.
Roncas nos hemos quedado de tanto hablar, y completamente resobados algunos de los modelos de collares que hemos utilizado para explicar cómo son los collares, de qué están hechos y cómo se ponen.
Al final siempre la misma pregunta, ¿tienes catálogo y lista de precios? Pues no, no nos dio tiempo a tener esos dos documentos. Lo que en principio parecía que era un fallo se ha convertido un una oportunidad.
Fuimos sinceras, ya que la situación lo requería y explicamos la verdad: no nos había dado tiempo. Sabíamos que debíamos tener algo así, pero había sido imposible encontrar el tiempo para ello. Todo el que tiene algún interés nos ha dejado sus datos de contacto.
Esto supone dos ventajas importantes frente al hecho de haberlos tenido y distribuido:
- Tenemos una lista de potenciales clientes que acepta nuestra comunicación directa. Nos han dado datos de nombre, teléfono y dirección de correo. La iniciativa está en nuestro terreno.
- No hemos hecho una inversión en catálogos que la gente coge al pasar y muchas veces tira sin ni siquiera haberlo mirado. Tiene tanta información entre manos que tira los papeles que lleva sin mirar, sin prestar atención y sin darles ningún valor en la primera papelera que se encuentra.
Al final hemos tenido la capacidad de ver una oportunidad donde teníamos una debilidad.
¡Bien por nosotras!