miércoles, 25 de marzo de 2015

Y qué hacer con los trastos?

Iniciar una actividad empresarial supone muchas cosas, a menudo:
  • Perder fuentes de ingresos alternativas
  • Dar de alta, como mínimo, una licencia de autónomo (unos 260€/mes) y, en plan profesional a tope, crear una empresa
  • Hacer un papeleo inmenso y a menudo frustrante y liquidar impuestos, alguna multa de hacienda por despistarte, etc...
Cuando lo que emprendes es un proyecto fabuloso, con un plan de negocio de seis cifras y grandes objetivos, acudes a fuentes de financiación estándares o a Business Angels, crowdfounding y otras vías de financiación.

Cuando lo que montas es un pequeño negocio que no es ni tecnológico ni "innovador" (entendiendo que un diseño innovador no vale), cuyo fin es hacer dinero, pero sabes a priori que difícilmente te vas a forrar,  no es planteable obtener financiación por estos medios.

En nuestro caso se ha juntado un mal momento para comenzar - ahora parece que hay muchas más ayudas al emprendedor que hace 2 años no existían y que nos hemos perdido por inoportunas- y tampoco entramos en el perfil de subvencionado por edad y tipo de negocio.

Así que a riñón. Con nuestro dinerito nos vamos financiando y avanzamos muy despacito porque es limitado, lamentablemente no somos ricas. Y claro nuestros locales de trabajo son nuestras casas, nuestros almacenes los armarios de toda la familia, los medios técnicos los ponemos de casa, ni siquiera son- en general - propiedad de la empresa sino que la impresora es la de casa, la máquina de coser es la de casa, y así todo.

Estoy de acuerdo en que tal vez lo que nos falta es la ambición y la capacidad de asumir un riesgo mayor. Si hubiéramos invertido 100.000€ cada una estoy segura que nos habíamos comido el mercado a día de hoy. Con una red de comerciales y una mucho mayor capacidad productiva. Pero ni somos valientes ni arriesgadas por lo que vamos a paso lento.

Llegó un momento en que era o nuestro material o nuestra familia. Y nos pusimos las pilas. Primero buscar un local de los que se anunciaron para emprendedores. Hicimos todos los trámites para que la comunidad de Madrid nos diera de alta como emprendedoras. Justo hace un año. El objetivo era acceder a un local de renta baja de los que pone la comunidad al alcance de los emprendedores.

Si tienes un negocio de atención al público el coste del alquiler + seguros - que no tienen- + puesta a punto del local - te lo alquilan en bruto (la puerta es de obra, no hay una ventana, no hay un baño, ...) puede que te merezca la pena. Como almacén y taller no.

Tras evaluar la situación hemos alquilado un trastero de esos que se alquilan por metros cuadrados a 500 mts de casa, con un seguro por un valor aproximado a lo que podemos tener dentro, con seguridad 24 horas, con acceso cuando queramos y aún mas barato que lo que proporciona la comunidad. El taller, de momento, sigue en casa.

Creo que las administraciones deberían prestar oídos a lo que es realmente necesario para aquellos a los que intentan ayudar y ver que hay en el mercado y ser competitivos o ayudar a los emprendedores a afrontar los gastos si no pueden ser competitivos. 

No dudo de la buena voluntad de los responsables de estas ideas, me lo han demostrado en más de una ocasión: amabilidad y buena intención en lo que se acomete. No dudo de su profesionalidad cumpliendo las tareas que se plantean pero falta un poco de "pies en la tierra". 

Al final nosotras no somos diferentes de otros muchos que intentan crear un negocio de la nada con muy poquito. Y para nosotros las pocas ayudas que hay suelen venir de nuestros compañeros de fatigas: los otros emprendedores. Así te alías para compartir stand en una feria, aprovechan sus visitas para presentar tu producto...

Me encantaría ver que mis lamentos tienen eco en las administraciones y se monta un canal adecuado para que podamos compartir las necesidades y puedan adecuar la oferta a las mayoritarias de los pequeños.