martes, 25 de noviembre de 2014

Qué pasa con el emprendimiento

El otro día leí que el emprendedor ha pasado de ser alguien nada valorado antes de la crisis a ser el exponente de la valía de los españoles, y hoy en día es alguien de quien se empieza a estar aburrido, probablemente por el peso de tanta publicidad.

¿Y esto porqué?
Los emprendedores españoles somos gente, normalmente de más de 35 (curioso que las ayudas a emprendedores son para gente por debajo de esta edad). Somos viejos (a mi no me lo parece pero al mercado si) y no parece que se sea emprendedor si no se es joven.

En muchos casos, la mayoría probablemente, el boom del emprendimiento ha sido una consecuencia de la falta de empleabilidad, no algo que estuviera en los genes de uno. Esto parece ser malo según los analistas, pero la verdad es que con 20-30 ni tienes crédito ni tienes capital. Tampoco tienes experiencia y además con el sistema español, eres económicamente dependiente y deseas volar por libre. Para ello hace falta dinero y eso te lo da un trabajo dependiente. Luego para ser un auténtico emprendedor parece que hace falta ser joven e inexperto.

Además parece que el trabajador autónomo o micro empresa tiene fama de ir haciendo trampas con todo: garantías, impuestos, trabajadores,...Bueno, se ve que para cambiar de criterio sobre clichés anticuados debe de ser necesario ser joven y los analistas no lo son.

Creo que esto no es justo. Es cierto que ha sido la necesidad en muchos casos la que ha hecho que haya que emprender o vivir del aire; también es cierto que muchos tenemos una edad y sexo que hace complicada la reincorporación al mercado laboral.

Pero también es cierto que hace mucho frío aquí fuera y que hay que tener muchas ganas para luchar sin sueldo con la que está cayendo, no cejar en el empeño y  no salir a protestar y exigir que el estado del bienestar nos sostenga a nosotros y a nuestras familias

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